Las relaciones entre Estados Unidos y Japón han sido estrechas desde finales de la Segunda Guerra Mundial. Ambas naciones firmaron un Tratado de Mutua Cooperación y Seguridad que le garantizó a Japón la defensa de su nación sin incurrir a un armamento nacional para así evitar los comportamientos bélicos presentados anteriormente por el imperio asiático. Hoy en día el tratado sigue en marcha, y aunque la cooperación entre éstos se pone en duda, parece que sigue firme y con el apoyo de los países asiáticos que temen el control chino en la zona. El apoyo japonés a Estados Unidos en las tensiones de la península coreana demuestra la validez del trato hoy en día, y las iniciativas gubernamentales japonesas para el empoderamiento de la isla pueden interpretarse como una evolución a esta cooperación. El objetivo de este artículo es analizar las dinámicas que ha tenido Japón desde su derrota en la Segunda Guerra Mundial, seguido por el impacto que la misma les ha traído a las políticas militantes de este antiguo imperio, sus proyecciones actuales con otras naciones de la región, y el debate sobre la relación de protección mutua con Estados Unidos