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EditorialAbstract: Hacer ciencia, desde la Universidad y desde sus aulas, es un reto cada vez más complejo; comúnmente, los esfuerzos en este sentido, se quedan en los anaqueles de las bibliotecas y solo sirven para cumplir un requisito. Es menester que ese conocimiento llegue a quien lo necesite y pueda aplicarse en la praxis. De hecho, son numerosas las revistas científicas que circulan a diario en el mundo universitario, para ser objeto de intercambio y crítica en el entorno científico; sin embargo, es pertinente preguntarse por aquellas que cumplen, realmente, un objeto social.
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