|
Electroneurobiología 2006
La obra de Ramón Carrillo: lista de establecimientos creados, erigidos, inaugurados y puestos en funcionamiento hasta 1952.Keywords: Ramón Carrillo , medicina sanitaria , salud pública , historia argentina , administración pública. Abstract: Lístanse 363 establecimientos. La presente lista es incompleta y se está reconstruyendo con el aporte de los lectores. No incluye las obras del Segundo Plan Quinquenal y no pocas estructuras edilicias que quedaron incompletas y, tras abandonarlas o declararlas inútiles, fueron demolidas. Ramón Carrillo murió lejos de la Patria y en la mayor pobreza; así se expresaba en la ultima carta a su amigo, el periodista Segundo Ponzio Godoy: "Mi querido Ponzio: Yo no sé cuánto tiempo más voy a vivir, posiblemente poco, salvo un milagro. También puedo quedar inutilizado y sólo vivir algo más. Ahora estoy con todas mis facultades mentales claras y lúcidas y quiero nombrarte el albacea de mi buen nombre y honor. Quiero que no dudes de mi honradez, pues puedes poner las manos en el fuego por mí. He vivido galgueando y si examinas mi declaración de bienes y mi presentación a la Comisión Investigadora, encontrarás la clave de muchas cosas. Vos mismo intuíste con certeza lo que pasaba en mí y me ofreciste unos pesos. Por pudor sempre oculté mis angustias económicas, pero nunca recurrí a ningún procedimiento ilícito, que esta-ba a mi alcance y no lo hice por congénita configuración moral y mental. Eran cosas que mi espíritu no podia superar. Ahora vivo en la mayor pobreza, mayor de la que nadie puede imaginar, y sobrevivo gracias a la caridad de un amigo. Por orgullo no puedo exhibir mi miseria a nadie, ni a mi familia, pero si a un hermano como vos, que quizás (conociéndome) puedas comprenderme. No tengo la certeza de que algún día alcance a defenderme solo, pero en todo caso si yo desaparezco, queda mi obra y queda la verdad sobre mi gigantesco esfuerzo donde dejé mi vida. Esta obra debe ser reconocida y yo no puedo pasar a la historia como un malversador y ladrón de nafta. Mis ex colaboradores conocen la verdad y la severidad con que manejé las cosas dentro de un tremendo mundo de angustias e infamias. Ellos pueden ayudarte. Mi capacidad de trabajo está muy reducida; vivo como médico rural en una aldea. Ahora de nuevo me quedé sin puesto, pues la Compa ía donde actuaba levantó campamento. A mí, poco a poco, se me han cerrado las puertas y no pasa un día que no reciba un golpe. Poco a poco mi organismo ha comenzado a desintegrarse definitivamente. He aceptado todo con la resignación que me es característica. No tengo odios y he juzgado y tratado a los hombres siempre por su lado bueno, buscando el rincón que en cada uno de nosotros alberga el soplo divino. El tiempo y solo el implacable tiempo, dirá si tuve razón o no al escribirte esta carta, ya que en el horizonte de
|