%0 Journal Article %T Editorial %A Ana Zazo-Moratalla %J - %D 2018 %X Resumen De la participacio£¿n ciudadana al poder ciudadano real Desde hace ma£¿s de medio siglo, la literatura internacional promueve la integracio£¿n real de la participacio£¿n ciudadana en los procesos de planificacio£¿n, gestio£¿n y disen£¿o de herramientas basados en el aprendizaje colectivo. Sin embargo, a di£¿a de hoy, y ma£¿s concretamente en el a£¿mbito iberoamericano, la realidad y efectividad de la puesta en pra£¿ctica de estos procesos au£¿n es inexistente o no llega a alcanzar resultados efectivos de las consideraciones y/o requerimientos ciudanos. En 1969 Sherry Arnstein escribio£¿ un arti£¿culo titulado ¡°A Ladder of Citizen Participation¡± (La escalera de participacio£¿n ciudadana) donde se planteaba que£¿ es la participacio£¿n y cua£¿l es el poder real que se le otorga a la ciudadani£¿a en estos procesos. E£¿l la plantea como el poder ciudadano o, en otras palabras, la redistribucio£¿n del poder de forma que permita a los ma£¿s desfavorecidos (los have-not citizens), generalmente excluidos de los procesos poli£¿ticos y econo£¿micos, ser incluidos para inducir reformas sociales significativas que les permiten compartir los beneficios de los que dispone toda la sociedad. A di£¿a de hoy, este poder ciudadano real debe ampliarse a la inclusio£¿n de la ciudadani£¿a en la toma de decisiones que generan cambios en la sociedad que permitan transitar hacia ciudades ma£¿s regenerativas e integradoras. Arnstein expone 8 niveles de participacio£¿n que confrontan, de forma simplificada, a los agentes que se encuentran en una posicio£¿n de poder con aquellos que se encuentran fuera de e£¿l. Estos niveles se representan con una escalera, en la que cada escalo£¿n se relaciona directamente con el poder con el que se dota a la ciudadani£¿a en determinar el producto final del proceso a trave£¿s de los procesos participativos. Los dos escalones ma£¿s bajos, (1) manipulacio£¿n y (2) terapia, corresponden a procesos en lo que no existe una participacio£¿n real. En ambos casos el objetivo de estos procesos son los de ¡°educar¡± a los participantes. El siguiente bloque se corresponde con la participacio£¿n simbo£¿lica o como un mero formalismo en el que hay tres niveles: (3) informacio£¿n, (4) consulta y (5) conciliacio£¿n. En los dos primeros, los ciudadanos pueden escuchar y ser escuchados, pero no tienen el poder para asegurar que sus observaciones y requerimientos sera£¿n tenidos en cuenta por los poderes. La conciliacio£¿n es un nivel superior de participacio£¿n simbo£¿lica en las normas ba£¿sicas y permite a todos los ciudadanos, incluso los ma£¿s desfavorecidos, a participar. Sin embargo, el poder de %K De la participacio£¿n ciudadana al poder ciudadano real %U http://revistas.ubiobio.cl/index.php/RU/article/view/3236