%0 Journal Article %T Primer contacto del usuario con los dispositivos de Salud Mental. La creaci車n de contextos terap谷uticos. %A Luis Doria Prieto %A Carmen Fern芍ndez Rojero %A Luisa L車pez Rodr赤guez %A Rafael Casas Rivera %J Revista de la Asociaci車n Espaˋola de Neuropsiquiatr赤a %D 1988 %I Asociaci車n Espa?ola de Neuropsiquiatr赤a %X 1. Se plantea qui谷n debe hacer el primer contacto con el demandante. Si, por ejemplo, un administrativo cualificado puede recoger las primeras informaciones o ese contacto, por la complejidad del mismo, debe realizarlo, necesariamente, un componente del equipo de Salud Mental. 2 Existe unanimidad en que primer contacto y evaluaci車n son diferentes momentos de intervenci車n (en alguna comunicaci車n no parec赤an claramente diferenciadas). 3.En cuanto a la creaci車n de subequipos especializados y a la derivaci車n dentro del equipo de Salud Mental, se manifiestan dos posiciones: una, que cuestiona la compartimentaci車n por generadora de disfunciones en el equipo y otra, que niega que tengan que darse compartimentos estancos, que defiende la reuni車n del equipo de Salud Mental como instrumento corrector y que propugna una orientaci車n terap谷utica consensuada . 4. Mayor controversia despierta el caso de primer contacto establecido mediante urgencia psiqui芍trica. Hay quien se ala que el equipo de Salud Mental ambulatorio o comunitario debe prestar una atenci車n preferente , dentro de su actividad normalizada , a los grupos sociales de alto riesgo, a las intervenciones en crisis y a las urgencias y ofrecer disponibilidad al Centro de Urgencias Generales. En otra intervenci車n, se definen las urgencias psiqui芍tricas como maniobras relacionales potentes y se mantiene la importancia de la cualificaci車n profesional de quienes las atienden, para evitar quedar atrapados mediante respuestas inmediatas incorrectas. Se postula la colaboraci車n con la primera l赤nea de atenci車n de salud (m谷dicos de cabecera, pediatras, etc.). Esta intervenci車n suscita diversos interrogantes: a) Se est芍 negando la realidad de la urgencia psiqui芍trica? b) Se confunde la urgencia real con la falsa urgencia ? c) Si no se da una respuesta adecuada las urgencias psiqui芍tricas ambulatorias, no se est芍 designando al hospital como su lugar preferente de atenci車n?, no se promueve la hospitalizaci車n como respuesta? A este cuestionamiento, el ponente responde que desde su enfoque epistemol車gico, la urgencia psiqui芍trica existe, pero como maniobra relacional que exige del profesional de Salud Mental una contramaniobra y, por tanto, la b迆squeda de tiempo . 5. Se pregunta si determinados modelos de apariencia sofisticada que, a veces, act迆an en territorios cuyos recursos de Salud Mental no est芍n coordinados, podr赤an resistir la presi車n asistencial que soportan las 芍reas coordinadas. Tambi谷n se critica a dichos modelos por seleccionar la demanda que se adapta a sus planteamientos y %U http://revistaaen.es/index.php/aen/article/view/15000